Mieloma múltiple: ¿cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad?

Si bien el mieloma múltiple no tiene cura¹, recibir un diagnóstico oportuno mejora notablemente la supervivencia y calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, los síntomas de este tipo de cáncer pueden ser imperceptibles en los estadios tempranos de la enfermedad. En el momento en el que estos se manifiestan, se suelen esconder dentro de la sintomatología que presentan las personas adultas debido a diversos factores, entre ellos la edad.

Cuando el Mieloma Múltiple es diagnosticado, en la mayoría de los casos se hace en estadios avanzados de la enfermedad. Algunos de los síntomas pueden ser: nauseas, dolor y/o fracturas en los huesos, principalmente en la columna vertebral y el pecho, recuentos bajos de células sanguíneas, pérdida del apetito, fatiga, entumecimiento o debilidad en las piernas, estreñimiento, sed excesiva, entre otros².

En este sentido, para tomarle la delantera al cáncer, desde Johnson & Johnson damos a conocer algunos de los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad:

• Edad: el mieloma múltiple es una enfermedad que afecta más comúnmente a las personas mayores, especialmente a las que tienen más de 60 años. En este grupo, 11 de cada 100.000 personas son diagnosticadas con esta enfermedad cada año, y 7,4 de cada 100.000 mueren por esta causa1. También puede presentarse en personas más jóvenes; sin embargo, menos del 1% de los casos se detectan en personas menores de 35 años².
  
• Sexo: los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, el 57% de los casos se desarrollan en hombres y el 43% en mujeres3. En 2020, 2,2 de cada 100.000 hombres fueron diagnosticados con ella, en comparación con 1,5 de cada 100.000 mujeres. La tasa de mortalidad también fue más alta en hombres, con 1,8 por cada 100.000, frente a 1,1 por cada 100.000 mujeres¹.
  
• Etnia, obesidad y antecedentes familiares: el mieloma múltiple se presenta con mayor frecuencia en personas afrodescendientes. Además, las personas con obesidad o que tienen antecedentes de mieloma múltiple en su núcleo familiar cercano presentan una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad².